Esta semana se realizará la Expo Empleo Joven, donde miles de jóvenes se acercarán al predio de La Rural con la expectativa de conseguir un trabajo. El Gobierno afirma que en ella se ofrecerán “20.000 oportunidades laborales y 3.000 becas de formaciónˮ.
El año pasado observamos largas filas de jóvenes que tuvieron que esperar más de seis horas para ingresar y obtuvieron como respuesta la posibilidad de presentar sus datos personales para “ser incluidos dentro de un sistemaˮ.
A partir de esto se pudieron visualizar los números problemáticos que presenta nuestro país en materia de desocupación juvenil, siendo 660.000 lxs jóvenes desocupadxs a nivel nacional.
Si bien el desempleo juvenil se presenta como una problemática estructural a nivel internacional, duplicando a la de la población adulta, en nuestro país se expresa por arriba de las estadísticas internacionales y regionales.
Los números no son abstractos, son historias de vidas, son identidades y proyectos que pueden realizarse o no, siempre y cuando haya un Gobierno y un Estado que pueda garantizar las condiciones para que lxs jóvenes se desarrollen.
En el año 2015 se presentó un proyecto de ley en el Congreso Nacional por parte de la Dirección Nacional de Juventud denominado “Promoción de Juventudesˮ. Este tenía el objetivo de generar un marco legal a todas las políticas públicas destinadas a la juventud. Con esta ley se podía establecer la movilidad y actualización del monto de PROGRESAR, la creación de organismos de promoción de juventud a través de la creación de la Defensoría del Joven y del Instituto de Juventud, la articulación interministeriales y la coordinación de las políticas públicas destinadas a esta franja etaria.
Por falta de voluntad política del actual gobierno este proyecto perdió estado parlamentario.
Hasta el año 2015, el Estado nacional podía dar cuenta de 60 políticas públicas destinadas a abordar distintas problemáticas e intereses de la juventud de forma transversal.
¿Qué sucedió? El macrismo y su modelo económico.
Todas estas políticas destinadas a garantizar el derecho al acceso al trabajo, a la educación, a la salud, a la recreación y a la participación cultural fueron desmembradas, cerradas y, las que corrieron mejor suerte, desfinanciadas. El modelo económico implantado por el macrismo supuso también un cambio de concepción sobre la función del Estado y respecto de la concepción que se tiene del joven.
Los valores de las políticas públicas de empoderamiento, solidaridad, inclusión y transformación fueron trocadas a competitividad e individualidad. La juventud ya no es pensada en términos de derechos sino en peligrosidad.
Es por ello que las respuestas que predominan en nuestros barrios para lxs jóvenes por parte del Estado se reducen a la persecución, al hostigamiento y a la represión. El derecho al empleo ahora se expresa en asistencia, los derechos que antes era universales ahora están focalizados, y el derecho al empleo ahora se viste en un expo-joven con empresarios amigos del gobierno.
Podemos observar como día a día se cierran los programas educativos destinados a promover la finalización de los estudios escolares, el achicamiento de las becas de estudios, la desfinanciación de PROGRESAR y la reducción de beneficios del programa Jóvenes con Más y Mejor trabajo. El Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva se ejecuta de forma parcial, mientras que los programas destinados a la reducción de riesgos de drogas y promoción de deportes se reducen.
Una de las tantas respuestas fallidas que tuvo el gobierno fue lanzar la ley de primer empleo que no avanzó en el Congreso y que terminó expresándose en un convenio con McDonald's. Debido a las repercusiones políticas y sociales, junto con el amparo presentado por la CTA, la cámara de trabajo sentenció que esta ley “afectaba los derechos de los jóvenes y era violatoria al derecho internacionalˮ.
A pesar de todo esto, el Gobierno de la Ciudad anuncia esta semana la expo-joven con bombos y platillos como una política estatal. Sin embargo seguramente tendremos que ver otra vez largas filas jóvenes, evidenciando la falta de oportunidad laboral, y con una reforma laboral que se aproxima.