Política

Por un Frente Ambiental Latinoamericano

El ambientalismo popular en clave regional

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Se realizó el Congreso “Agenda Ambiental Latinoamericana”, organizado por el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires. Máximo Kirchner, Daniela Vilar, Juan Grabois, Ernesto Samper y Susana Muhamad compartieron el cierre de las dos jornadas de debate y trabajo.

por Frente Ambiental de La Cámpora
3 ago 2025

Durante el jueves 31 de julio y el viernes 1° de agosto, más de 2000 personas participaron del Congreso “Agenda Ambiental Latinoamericana en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. El encuentro fue organizado por el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires junto a la Embajada de Brasil, y reunió a referentes políticos, académicos, sociales y territoriales con el objetivo de avanzar en la construcción de un Frente Ambiental Latinoamericano que sea capaz de disputar sentidos, defender la vida y transformar la realidad desde una mirada popular y regional. El Congreso se propuso como un hito y un espacio de encuentro  en el camino hacia la próxima Conferencia de las Partes (COP30), que se realizará en noviembre, por decisión del presidente Lula da Silva, en Belém do Pará, el corazón del Amazonas.

Durante dos jornadas intensas se llevaron adelante 21 paneles con más de 120 expositores y expositoras de primer nivel, ochenta posters académicos y de divulgación, y treinta stands de gobiernos locales, organismos del Estado, empresas y organizaciones sociales. Se debatieron temas claves como la transición energética justa, el modelo de producción de alimentos, la educación ambiental, la soberanía sobre nuestros bienes comunes naturales, la gestión del riesgo climático, el rol de las juventudes, los pueblos originarios y la comunidad organizada.

El cierre del Congreso contó con la participación del diputado Nacional y presidente del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, Máximo Kirchner; la ministra de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, Daniela Vilar; el ex presidente de Colombia y ex secretario General de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), Ernesto Samper; el dirigente de Patria Grande, Juan Grabois; y la ex ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad.

Durante su intervención, Máximo denunció con claridad el saqueo de nuestros recursos y recordó la advertencia realizada por Cristina al respecto del ingreso a la tercera fase del carry trade, días después confirmado por el JP Morgan (no sin obtener amplias ganancias). “Ganaron una diferencia del diez por ciento, en dólares, en tres meses; y esos dólares, muchas veces, salen de cómo destruyen nuestras montañas, nuestros suelos: nos están esquilmando”, afirmó el compañero, y agregó: “Por eso en Argentina ni siquiera hay extractivismo, acá hay saqueo directamente.

“El RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) concentra las tres flexibilizaciones: laboral, impositiva y ambiental”, continuó el presidente del PJ bonaerense, y agregó: “Les permite girar las ganancias al extranjero sin dejar nada en nuestra Patria, eso es saqueo”. El compañero advirtió además sobre la injerencia estadounidense en nuestros bienes comunes a partir de las declaraciones de Peter Lamelas, el candidato a embajador propuesto por Donald Trump para nuestro país: “Tenemos grandes reservas de shale oil, shale gas, litio, oro, plata, cobre… nos quieren llevar a falsos debates que tenemos que superar, no tenemos que dejar que nos dividan”.

En Argentina ni siquiera hay extractivismo, acá hay saqueo directamente”
Máximo Kirchner

La crisis climática no impacta a todas las personas ni a todos los territorios por igual. Por el contrario, profundiza desigualdades estructurales que ya están presentes en nuestras ciudades, en nuestros sistemas productivos, en nuestra salud, en nuestra seguridad alimentaria y en nuestra vida cotidiana. Por eso, uno de los grandes desafíos de la agenda climática es lograr que los países con mayor responsabilidad histórica reconozcan y asuman su deuda ecológica con el Sur Global. En línea con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, quienes más han contribuido a esta crisis deben ser también quienes más se comprometan a resolverla. Eso implica garantizar un financiamiento climático justo, accesible y no condicionado, promover la transferencia de tecnología, y brindar un apoyo real a las políticas de adaptación y transición, poniendo en el centro a quienes más lo necesitan.

En su intervención, la ministra Daniela Vilar, responsable nacional del Frente Ambiental de La Cámpora, afirmó: “Nuestro objetivo es conformar un Frente Ambiental Latinoamericano que se imponga en la discusión global para motorizar una transición ecológica justa”. Y agregó: “Somos los países del sur global los que aportamos los bienes comunes naturales para mitigar la crisis ambiental, y sin embargo somos nosotros también los que vivimos con deudas financieras, con organismos internacionales que intentan controlar lo que pasa en nuestras naciones y con la persecución política a los dirigentes que se atreven a cuestionar ese orden, como lo están haciendo con la condena ilegítima a Cristina”.

Sabemos que la lucha frente a la crisis climática es, ante todo, una lucha por la justicia social. La Constitución Argentina nos recuerda que el derecho a un ambiente sano no es un privilegio ni un lujo: es una condición esencial para llevar una vida digna. Defender ese derecho es apostar por un modelo de desarrollo que esté al servicio de las mayorías y no de unos pocos.

Pero no podemos hablar de justicia climática sin hablar de democracia. En toda América Latina asistimos a un creciente avance del lawfare, que busca proscribir liderazgos populares y bloquear proyectos políticos transformadores. En Argentina, la reciente condena judicial a Cristina Fernández de Kirchner es uno de los casos más emblemáticos de este tipo de persecución. Lo mismo ocurrió en Brasil con Lula, en Ecuador con Correa, en Paraguay con Lugo. No se trata solo de nombres propios: cuando se ataca la voluntad popular, se debilita la capacidad de nuestros pueblos de decidir sobre su destino y construir caminos de justicia social y ambiental. Necesitamos democracias vivas, participativas y soberanas para hacer frente a la crisis ecológica que atravesamos. “Queremos Buen Vivir, queremos soberanía, queremos libertad para nuestros pueblos, queremos libertad para Cristina cerró la compañera Vilar.

En estos dos días de trabajo y discusión construímos propuestas conjuntas desde los territorios, junto a la comunidad científica, referentes políticos, representantes del sector privado y las organizaciones sociales. Dialogamos también sobre cómo garantizar que las transformaciones necesarias no repitan la lógica extractivista que nos trajo hasta acá, sino que reparen, distribuyan y democraticen. Miramos hacia la COP30 con esperanza y responsabilidad. No será una cumbre más: marcará los diez años del Acuerdo de París y los veinte del Protocolo de Kioto. También se cumplen diez años de la Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, un hito en el pensamiento ambiental contemporáneo que convoca a una ecología integral desde una perspectiva de justicia social y popular. Además, por primera vez, esta cumbre climática tendrá lugar en el corazón del Amazonas, uno de los ecosistemas más vitales y amenazados del planeta. Es un símbolo del momento crítico que atravesamos y de la urgencia de avanzar hacia soluciones ambiciosas, justas y profundamente colectivas.

Este encuentro fue la expresión concreta de que existe un ambientalismo popular, latinoamericano, con ideas y con voluntad de transformación. Nos llevamos un mandato: hacer oír nuestra voz en Belém, y que esa voz traiga consigo a nuestra gente. Construir un modelo de desarrollo compatible con el buen vivir de nuestros pueblos no es una opción: es una responsabilidad ética y política que compartimos.