Eran tiempos de pandemia cuando decidiste sumarte a militar, asumiendo la enorme responsabilidad de ayudar y trabajar por los demás. Entendiste que la salida era colectiva y pusiste tu humanidad al servicio de la Patria.
Gino presente en nuestros corazones
¡Hasta la victoria siempre!

“Arderá el amor, arderá la memoria, hasta que todo sea como lo soñamos”.
Militante verdinegro, ricotero y amiguero. Siempre con un abrazo listo, cálido y cercano. Esa sonrisa permanente será nuestra guía.
Fuimos testigos de tu humildad y tu optimismo, de esa sensibilidad y ese humanismo que estos tiempos tan duros necesitan.
Nos quedan los recuerdos compartidos: la Plaza de Mayo colmada esperando a Cristina, los días militando en la universidad, las caminatas por tu querido barrio El Vivero.
Para algunos fuiste Gino, para otros Tito, para todos, una gran persona. De esas que son ejemplo. Porque para ser un buen militante primero hay que ser buen tipo. Te vamos a extrañar, pero te vamos a recordar agradecidos de este tiempo compartido, tu presencia reivindicó la militancia como el acto de amor más grande que una persona puede tener por sus causas. Vamos a honrar tu memoria militando, como vos lo hacías, por una Patria justa, libre y soberana.
Abrazamos a tu familia, seres queridos y amigos en este momento.