De Córdoba salieron los tanques que derrocaron a Perón en 1955 e instauraron la proscripción del justicialismo a lo largo de 17 años. De Córdoba, también, salió el pueblo que el 29 y 30 de mayo de 1969 hizo temblar a la dictadura del general Onganía, que parecía destinado a quedarse en el gobierno hasta su muerte, igual que Franco en España. Durante aquel tiempo se decía que en Buenos Aires no pasaba nada, que reinaba un pálido clima de apatía y conformismo. Pero en el interior de la patria, en apenas unos meses, pasó todo. Las provincias ardían de descontento y estallaron una detrás de otra, en una serie de puebladas de las cuales el Cordobazo fue la más icónica, no la única ni la primera.